Los aguacates, son una gran fuente de vitaminas, además de un ingrediente muy versátil que puede ser usado no sólo en ensaladas o a modo del popular guacamole, sino también en sopas, pan e incluso postres.
Sin embargo, antes de usar un aguacate en cualquier receta, debes observar detenidamente el aspecto de la pieza para asegurarte de que compras un producto de calidad. Aquí te enseñamos cómo distinguir un buen aguacate maduro del montón de aguacates de la tienda:
La piel de un buen aguacate, debe tener un aspecto uniforme. Aléjate de los aguacates con imperfecciones, cortes, marcas moteadas o que estén blandos y pastosos. Coge el aguacate y apriétalo ligeramente en la palma de la mano. Como otras frutas, los aguacates no maduran hasta que son recogidos, así que los frescos, pueden estar duros como piedras.
Un aguacate maduro y listo para comer, cede ante una ligera presión, cómo apretar suavemente una palma de la mano con otra. Si dejas marcas en el aguacate al apretarle significa que se ha estropeado. Estará blando y ligero ya que habrá perdido consistencia.
Si sólo puedes encontrar avocados duros en la tienda, hay una forma de hacer que maduren rápidamente. Es importante no almacenarlos en la nevera. Si están fríos, no madurarán apropiadamente.
En vez de eso, colócalo en una bolsa de papel, lejos de la luz directa, y déjalo a temperatura ambiente durante 2 ó 5 días. Para acelerar el proceso de maduración, coloca una manzana o un plátano en la bolsa con el aguacate. Estas frutas, contienen altos niveles de Etileno, un agente natural que facilita la maduración. Una vez maduro, puede ser almacenado en la nevera, sin pelar por más de dos semanas.
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